sábado, 2 de abril de 2016

Esta madre de 23 años de edad parece estar muerta. Entonces le ponen a su bebé en el pecho…




Cuando Shelly Cawley, de Concord, Carolina del Norte (USA), supo que estaba embarazada, simplemente no podía esperar a tener a su bebé entre sus brazos. Pero el día que la joven mujer de 23 años de edad y su esposo Jeremy habían anhelado durante tanto tiempo, se convirtió en su peor pesadilla. Shelly ha entrado en labor de parto, y los médicos tienen que hacer una cesárea de emergencia.



El bebé, el pequeño Rylan, nació sano. ¡Pero un coágulo de sangre se ha formado durante la cirugía de Shelly y ha obstruido vasos importantes! La joven madre cae en coma. “Los médicos hicieron todo lo posible. En ese momento estaban absolutamente seguros de que perderíamos a Shelly”, recuerda Jeremy. “… En un momento estás absolutamente emocionado por el nacimiento de tu hijo… y al siguiente, tienes que decirle “Adiós para siempre” a tu mujer. Me quedé petrificado.”



Fue entonces cuando una de las enfermeras, Ashley Manus, tuvo una idea: “Sabíamos que el contacto con la piel de la madre puede ayudar a un recién nacido, así que, ¿por qué no habría de funcionar a la inversa?”.” Así que tomamos al bebé desnudo y lo colocamos en el pecho de su madre… Yo esperaba que desde el lugar donde Shelly se encontrara, pudiera sentir y oír a su bebé y que sus instintos maternos despertaran”, dijo la enfermera. Pero una vez que el bebé Rylan entró en contacto con su madre, se quedó pacíficamente dormido. “Estábamos haciéndole cosquillas, incluso le dimos un pequeño pellizco”, dice Jeremy, el padre. “Le tomó 10 minutos despertar y entonces lanzó un fuerte grito.”



Fue entonces cuando sucedió lo increíble: “Pudimos observar cómo los conteos subieron repentinamente en el monitor cardiaco. Los gritos del bebé trajeron de vuelta a Shelly para luchar de nuevo. Recuperé a mi esposa”, dijo Jeremy, quien recuerda con lágrimas en los ojos cómo es que su esposa de 23 años se despertó y pudo salir del coma. “Pudo sostener por vez primera a nuestro hijo en sus brazos. “Miré el rostro de Rylan y pensé que era el bebé más hermoso del mundo”, dice Shelly. “Sé que es lo que cada madre piensa, pero nosotros tuvimos una conexión personal después de todo lo que había pasado”.



Recientemente la dulce chica rubia celebró su primer cumpleaños. “El año pasado luchaba por mi vida, y este año tengo una hermosa y vivaz hija de 1 año de edad”, dice Shelly. “Cuando sea grande, voy a decirle que me salvó la vida.”



Tanto Shelly como Jeremy Cawley no podrían ser más felices debido al pequeño milagro que salvó la vida de la joven madre ¡Eso es lo que llamamos un fantástico final feliz! Si la historia de esta pequeña familia también te conmovió profundamente, compártela con todos tus amigos.

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