Todos queremos que nuestro hijo crezca feliz y bien desarrollado. A menudo, debido a la enorme cantidad de preocupaciones y problemas, no tenemos tiempo para prestar la debida atención a la educación del niño, gritándole de vez en cuando un corto «no» o «deja de hacer esto». Por supuesto, el niño debe tener presentes sus limitaciones y prohibiciones, pero con moderación. ¡Después de todo es tan importante y necesario conocer el mundo!
Encontramos un artículo muy útil sobre las cosas que no le deberías prohibir a tu niño.
1. Comer por su cuenta
Por supuesto, es más fácil y más limpio para los padres alimentar al niño ellos mismos. Pero aprender a sostener una cuchara para llevar a la boca toda esa «delicia» sin derramar nada, requiere una fuerza increíble y mucha paciencia que el niño está dispuesto a aplicar por voluntad propia.
Al prohibirle comer por su cuenta, le cortamos no sólo las primeras lecciones de concentración y paciencia, sino también la oportunidad de sentirse grande, como su mamá y su papá, y tener confianza en sus capacidades: «puedo hacerlo yo mismo». Obviamente vas a sufrir unas pérdidas, pero ¿acaso una blusa manchada se puede comparar con los esfuerzos del pequeño héroe?
2. Ayudarte
Como muchas veces dicen algunos padres a sus hijos: «Déjalo, no lo vayas a derramar», «No lo toques, que lo vas a tirar», etc. Y dentro de unos años se quejan de que el niño no quiere hacer nada. No queremos que tu hijo te represente más problemas, pero el niño necesita sentirse útil. Date cuenta con qué entusiasmo va a estar sacando la ropa de la lavadora, regar las plantas o limpiar su mesita.
Es muy importante ganarse un elogio de sus padres y saber que también de él depende mucho. Siempre pídele a tu hijo que te ayude, dale tareas que pueda hacer y dile más seguido que no lo hubieras podido hacer sin él.
3. Dibujar solo
Desgraciadamente, no todos le dan al joven artista mucho espacio para la imaginación. Lo justifican con un típico «se va a ensuciar», «va a pintar las paredes», «se va a comer los colores», etc. Lo puedes minimizar todo comprando pinturas no tóxicas o dándole la oportunidad de dibujar en el cuarto de baño con las pinturas a base de agua.
La creación, especialmente el dibujo, no solo desarrolla la imaginación sino también le da salida a las emociones de la manera correcta, reflejando las preocupaciones internas del pequeño. Dibuja junto con él y descifra a tu hijo a través de sus dibujos.
4. Dar su opinión
Hoy en día todos somos lo suficientemente conscientes para comprender que un niño es una persona completa con sus pensamientos, deseos y caprichos. Pero a veces bajo el efecto de una u otra emoción de repente le decimos, «no entiendes», «yo sé mejor qué es lo que necesitas», «porque yo digo».
En primer lugar, no es un hecho que nuestras convicciones sean correctas. En segundo lugar, recuerda que para un niño no es un buen argumento. Habla con él de igual a igual, no tengas pereza para explicarle cosas, mantente en contacto constante con el bebé y van a estar en la misma onda.
5. Correr, chillar, saltar en la casa
Con otras palabras, expresar sus emociones abiertamente. Para un niño es al mismo tiempo un juego peculiar y una manera de relajarse, expulsar la energía, especialmente si se trata de niños hiperactivos. Claro que es necesario explicar y educar pero esto tiene que funcionar en sociedad, en la calle, en un hospital o en la guardería.
No intentes cambiar a tu hijo, cuanto está en casa déjalo ser lo que es en realidad. Recuerda tu infancia e intenta chillar junto con tu niño, tendrás garantizada una tarde llena de alegría.
6. Escalar las instalaciones en un parque infantil
Tal vez es imposible pasar por un parque infantil sin escuchar en varias ocasiones «te vas a caer», «te vas a pegar», «te vas a ensuciar», «no te metas ahí», «no corras», «no saltes». En primer lugar, nunca le digas nada de eso a tu hijo si ya lo está haciendo. En segundo lugar, piensa que es mucho más fácil enseñarle a subir las escaleras bien, bajar por una resbaladilla y usar otros juegos para que no se lastime. Es mucho mejor que estarle prohibiendo hacer estas cosas.
Los niños tienen muy fuerte el espíritu del conocimiento, no le temen a nada y, a diferencia de sus padres que van envejeciendo, están llenos de energía y fuerzas. Créeme, tarde o temprano tu pequeño se subirá al juego prohibido. ¿No sería mejor prevenir resultados desagradables?
Además, un niño audaz y astuto va a adaptarse con más facilidad a la vida.
7. Ver caricaturas
La televisión contemporánea deja mucho qué desear, es un hecho. Pero para un niño es muy importante estar al tanto de lo que están hablando sus amigos. Escoge las caricaturas buenas y educativas que crees que pueden beneficiar a tu niño, y véanlas juntos.
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